Operación en profundidad

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El general soviético Pavel Polubojarov (centro), dirigiendo el avance de su 4.º Cuerpo Blindado de la Guardia durante la ofensiva soviética del verano de 1944, Operación Bagratión.

La operación en profundidad (del ruso: glubokaia operatsiia) fue una teoría militar desarrollada en la Unión Soviética para sus fuerzas armadas durante las décadas de 1920 y 1930, y llevada a cabo durante la Segunda Guerra Mundial. Era una doctrina que enfatizaba en la destrucción, supresión o desorganización de las fuerzas enemigas no solo en la línea de contacto sino también en la profundidad del campo de batalla mediante una serie de batallas ofensivas, cada una seguida por una rápida explotación en la retaguardia del enemigo, a la que seguiría otra batalla cuando el defensor reorganizara sus fuerzas. Esta teoría está íntimamente relacionada con el nivel de mando operacional o arte operacional.

Desarrollo

A raíz de varios fracasos o derrotas en la Guerra Ruso-Japonesa, la Primera Guerra Mundial y la Guerra Polaco-Soviética, el Alto Mando Soviético (Stavka) se centró en desarrollar nuevos métodos para la conducción de la guerra. El Ejército Rojo comenzó a educar a sus oficiales durante la década de 1920 utilizando su experiencia de maniobra en la Guerra Civil Rusa como punto de partida, donde un ejército relativamente pequeño debía moverse por amplio terreno, como medio para revisar todos los conceptos de la manera de hacer la guerra. El antiguo oficial zarista Alexander Svechin lideró el debate estratégico mientras que el dirigente bolchevique y comandante militar Mijaíl Frunze trató de formular una doctrina militar uniforme apropiada para un estado de las características de la Unión Soviética.

Desarrollo teórico

Los cinco primeros mariscales de la Unión Soviética. Mijaíl Tujachevski (abajo izquierda), Alexander Yegórov (abajo derecha) y Vasili Blücher (arriba derecha) fueron víctimas de las Purgas de Stalin.

La teoría estratégica de las operaciones sucesivas fue desarrollada por Vladimir Triandafillov, un influyente escritor militar, y el brillante comandante de la Guerra Civil Rusa Mijaíl Tujachevski basándose en el fracaso militar soviético contra Polonia en 1920 y en las fallidas ofensivas alemanas en Francia durante 1918. Llegaron a la conclusión de que los ejércitos modernos eran demasiado grandes y resistentes como para ser derrotados en una única batalla decisiva. En lugar de ello, el atacante tendría que librar una serie de batallas ofensivas, cada una seguida por una rápida explotación en la retaguardia del enemigo, a la que seguiría otra batalla cuando el defensor reorganizara sus fuerzas.

En los últimos años de la década de 1920 y los primeros de la de 1930 los teóricos soviéticos perfeccionaron el concepto táctico de "batalla en profundidad" (glubokii boi). Planearon utilizar nueva tecnología, especialmente carros de combate y aviones, para penetrar los elaborados sistemas de defensa de la Primera Guerra Mundial. Mencionada por primera vez en el Manual de Campaña de 1929, la batalla en profundidad encontró una expresión plena en las Instrucciones para la batalla en profundidad, publicadas en 1935. El concepto de la batalla en profundidad se convirtió en una estrategia nacional, adaptada a la posición económica, cultural y geopolítica de la Unión Soviética. Este nuevo enfoque consideró la estrategia y la táctica militar, pero también introdujo un nuevo nivel intermedio del arte militar para poner estas batallas sucesivas en un contexto estratégico común: el operacional. La Unión Soviética fue el primer país en distinguir oficialmente ese tercer nivel de pensamiento militar que ocupaba la posición intermedia entre la estrategia y la táctica.[1]

Para 1936, el avance tecnológico llevó, a su vez, al concepto más amplio de la "operación en profundidad" (glubokaia operatsiia). En vez de planificar la penetración del enemigo en una única batalla en profundidad, Tujachevski y otros teóricos militares proyectaron penetraciones y explotaciones a una profundidad operacional de 100 km o más. La esencia de semejante operación en profundidad era el empleo de armas modernas en un solo golpe para neutralizar todas las defensas enemigas con la máxima profundidad posible, y luego explotar la penetración tan rápidamente que el defensor no pudiera reorganizar sus unidades. Esto implicaba la existencia de operaciones simultáneas en varios puntos, todas cuidadosamente coordinadas.

Cita
«La tarea básica y principal del arte militar es evitar la formación de un frente firme [por parte del defensor], confiriendo a las operaciones una fuerza de choque destructiva y un ritmo veloz.»
Alexander I. Yegórov. Comandante militar soviético y Mariscal de la Unión Soviética, víctima de la Gran Purga de Stalin en 1938.

Las operaciones en profundidad tenían dos fases: la primera era la batalla en profundidad táctica, que debía ser seguida de la explotación del éxito táctico por medio de la realización de las operaciones en profundidad. La batalla en profundidad preveía la ruptura de las defensas avanzadas del enemigo, o zonas tácticas, a través de ataques de armas combinadas, que serían seguidos por nuevas reservas operativas móviles no comprometidas enviadas para explotar la profundidad estratégica de un frente enemigo. Sabiendo que lograr la victoria en una batalla decisiva era imposible en las guerras modernas, el objetivo de las operaciones en profundidad era infligir una derrota estratégica decisiva a las capacidades logísticas del enemigo y hacer que la defensa de su frente fuera más difícil, imposible o incluso irrelevante. A diferencia de la mayoría de las demás doctrinas, la batalla en profundidad enfatizó la cooperación de armas combinadas en todos los niveles: estratégico, operativo y táctico.

La teoría soviética evolucionó rápidamente, y para los primeros años de la década de 1930 los teóricos soviéticos contemplaron todo el espectro de fuerzas mecanizadas como un sofisticado equipo de armas combinadas. La infantería, encabezada por carros de combate y apoyada por artillería e ingenieros, penetraría las defensas del enemigo mientras que otra artillería y la aviación golpearían más profundo en la retaguardia enemiga, a lo que seguirían grandes formaciones independientes aerotransportadas y blindadas. Los carros de combate debían organizarse, por tanto, en tres escalones: unos encabezarían la penetración junto a la infantería, otros llevarían a cabo explotaciones de corto alcance de la ruptura resultante, y otros más, operando en grandes formaciones mecanizadas de armas combinadas, perseguirían y envolverían al enemigo derrotado. Estos conceptos, que aparecieron publicados ya en 1929, fueron publicados en el Manual Provisonal de Campaña de 1936 del Ejército Rojo.

Medios

Desfile urbano de numerosos tanques ligeros T-26 Mod. 1933 ante el pueblo soviético.

Iósif Stalin dedicó un gran proporción de su primer plan quinquenal a proporcionar la capacidad industrial para hacer realidad este concepto y dio alta prioridad al desarrollo de su industria armamentística. Este apoyo oficial fue la base para un crecimiento continuado de la estructura de las fuerzas mecanizadas. En 1927 tomó forma el primer regimiento experimental de carros de combate soviético utilizando 60 carros de fabricación extranjera y en 1930 apareció la primera brigada mecanizada experimental. Los soviéticos formaron sus dos primeros cuerpos mecanizados en 1932, tres años antes de que Alemania crear sus primeras divisiones Panzer.

Cita
«Con la excepción de unos pocos vehículos experimentales, la Unión Soviética no produjo su primer carro de combate propio, el MS-1, hasta 1928. Cinco años más tarde, las fábricas soviéticas fabricaban 3.000 carros de combate y otros vehículos blindados al año.»
David M. Glantz. En su libro Choque de titanes. La victoria del Ejército Rojo sobre Hitler de 1995.


Artículos relacionados
Comunicaciones de la fuerza blindada soviética hasta 1945

Los soviéticos iban tan por delante de sus contrapartes occidentales que gran parte de su armamento producido en los años 1930 estaría obsoleto y desgastado cuando comenzó la guerra germano-soviética en 1941. Igual que los primeros Panzer germanos, la mayoría de los tanques soviéticos estaban ligeramente blindados, siendo la gran mayoría de ellos modelos ligeros como el T-26 y la serie BT y en 1941 sólo unos pocos centenares eran carros modernos y bien blindados como los T-34 y KV-1. Las comunicaciones por radio del Ejército Rojo, esenciales para las maniobras en el campo de batalla, eran poco fiables y escasas; el entrenamiento de las tripulaciones también era insuficiente y el personal tenía poca experiencia en el mantenimiento de vehículos a motor.

A pesar de estas deficiencias, a mediados de la década de 1930, la Unión Soviética lideraba la producción y despliegue de fuerzas mecanizadas en todo el mundo, estando muy por delante de sus contrapartes occidentales tanto en los conceptos teóricos como en la experiencia práctica en la guerra blindada. En Alemania, los teóricos del arma blindada sólo recibieron un apoyo limitado de los líderes civiles y militares. Al mismo tiempo que el Ejército Alemán tuvo que atravesar muchos problemas de desarrollo después de quince años de restricciones del Tratado de Versalles; el empleo operacional de grandes fuerzas Panzer era todavía algo experimental en la campaña de 1939.

Sin embargo, en 1939 esa ventaja soviética había desaparecido debido a la purga del cuerpo de oficiales. La ejecución de Tujachevski y sus partidarios denostó sus teorías militares. Stalin, al igual que Hitler, valoraba la lealtad, la ortodoxia y el servilismo intelectual y nunca se había sentido cómodo con teóricos innovadores. Una generación entera de brillantes y experimentados comandantes, administradores del gobierno y directores de fábricas fue diezmada. Los hombres más jóvenes, y a menudo inexpertos, se vieron catapultados al alto mando. Estas decisiones pasarían factura al Ejército Rojo en la Guerra de Invierno contra Finlandia y en los primeros años de guerra contra Alemania, sin embargo, la operación en profundidad acabaría triunfando cada vez más en las campañas soviéticas a medida que avanzaba la guerra.

Referencias

  1. Simpkin (1987), p. 24.

Este artículo fue redactado por Adrián Hermida para WikiTanks en base a las siguientes fuentes:

  • Glantz, David M. (1991a). Soviet Military Operational Art: In Pursuit of Deep Battle. Frank Cass, ISBN 0-7146-4077-8.
  • Glantz, David M. (1991b). The Soviet Conduct of Tactical Maneuver: Spearhead of the Offensive. Cass. ISBN 0-7146-3373-9.
  • Glantz, David M. (1995). Choque de titanes. La victoria del Ejército Rojo sobre Hitler. Despertaferro (2017). ISBN-13: 978-8494518782.
  • Habeck, Mary (2003). Storm of Steel: The Development of Armor Doctrine in Germany and the Soviet Union, 1919–1939. Cornell University Press, ISBN 0-8014-4074-2
  • Harrison, Richard W. (2001). The Russian Way of War: Operational Art 1904–1940. University Press of Kansas, ISBN 0-7006-1074-X
  • Krause, Michael y Phillips, Cody (2006). Historical Perspectives of Operational Art. Center of Military History, United States Army. ISBN 978-0-16-072564-7
  • Naveh, Shimon (1997). In Pursuit of Military Excellence; The Evolution of Operational Theory. Frank Cass. ISBN 0-7146-4727-6.
  • Simpkin, Richard (1987). Deep Battle: The Brainchild of Marshal Tukhachevsky. Brassey's Defence, ISBN 0-08-031193-8.